jueves, 29 de octubre de 2015

Para explicarlo con manzanas…


Esta vez toca el turno a los ORGANIZADORES GRÁFICOS, utilizados para impartir formación estructurada en el trabajo.
Seguramente les ha tocado asistir a una de esas pláticas o cursos teóricos que imparten en el trabajo. Muchos de ellos están impartidos por uno o varios expertos que se paran enfrente de un aula  con una presentación en power point y nos exponen las teorías y conocimientos técnicos durante más de 2 horas continuas.

La intención de este artículo es proporcionar un apoyo para aquellos que tienen que dar un curso interno,  para que le pongan un poco de “pimienta” a su exposición, logren que el aprendizaje sea significativo y que la teoría se vuelva práctica colaborativa.
¿Qué es un organizador gráfico? Un organizador gráfico es una presentación visual de conocimientos que presenta información rescatando aspectos importantes de un concepto o materia dentro de un armazón usando etiquetas.

Existen diferentes tipos de organizador gráfico, para este artículo vamos a analizar tres:
·         El mapa mental
·         El diagrama de Ishikawa o de espina de pescado
·         El guante de las 5 razones

MAPA MENTAL

Los mapas mentales son una excelente herramienta para aprender conceptos de una forma lógica y creativa, resaltando las ideas principales y las reflexiones sobre un tema.

 Los mapas cuentan con una estructura orgánica radial a partir de un núcleo en el que se usan líneas, símbolos, palabras, colores e imágenes para ilustrar conceptos sencillos y lógicos. Permiten convertir largas y aburridas listas de datos en coloridos diagramas, fáciles de memorizar y perfectamente organizados, que funcionan de forma totalmente natural, del mismo modo que el cerebro humano.

Cuando un curso contiene conceptos nuevos y mucha teoría, podemos pedirles a los participantes que en equipos desarrollen un mapa mental con la información proporcionada. De esta manera, garantizamos que los conceptos se fijen en los alumnos al ser representados por ellos mismos de una manera muy visual.

DIAGRAMA DE ISHIKAWA O ESPINA DE PESCADO
También llamado diagrama de causa-efecto, este organizador gráfico puede ayudarnos a crear reflexión grupal sobre un problema determinado combinando con los métodos de lluvia de ideas o los 5 porqués de Toyota.
La forma de utilizar este organizador gráfico es el siguiente:
1.       Se describe el problema observado o el efecto
2.       En cada espina se describen las categorías que intervienen en el análisis del problema
3.       A través de la lluvia de ideas y contestando los cinco porqués de cada categoría, los participantes van encontrando las causas que intervienen en el problema.
Este esquema es muy utilizado en los procesos de análisis de la calidad pero también podemos usarlo en el desarrollo de un curso.
 
GUANTE DE LAS 5 RAZONES
Aunque este organizador gráfico se usa para trabajar con niños, lo podríamos utilizar muy bien en cursos internos cuando queremos analizar un tema en todas sus dimensiones.
El tema central a analizar se pone en la palma de la mano, en cada dedo se pone las razones por las que ocurre el problema: que, quien, cuando, como y donde.
Recuerda que lo más importante es hacer que los alumnos participen y se retroalimenten para que se genere el aprendizaje deseado.
Si quieres saber más sobre organizadores gráficos, te recomiendo esta liga:
 

Y por un clavo…. Se perdió el Reino



La soberbia, la coquetería, la distracción, la prisa,  un detalle solamente puede hacer que se pierda el Reino.
 
El video muestra claramente lo que sucede en una organización cuando no hay un compromiso claro con el trabajo, esto lleva a muchas empresas a que por un detalle tan “insignificante” se pierda un Reino, que en términos empresariales implica millones de pesos, re trabajos e incluso pérdidas humanas.
Este tipo de estrategias didácticas como el uso de videos, nos puede abrir la puerta para desarrollar la reflexión en grupo.
Hoy les quiero compartir sobre una estrategia llamada Estudio de Caso.  En el reino perdido por un clavo, se puede analizar una problemática ocurrida en un diseño de ingeniería por un error de dedo. La situación empieza a complicarse cuando nadie parece notar el error, las personas dan por hecho que el diseño es correcto, desde el arquitecto hasta la compañía constructora. El desenlace es la pérdida del prestigio y mucho dinero.
En los estudios de caso podemos analizar situaciones reales o ficticias, que son noveladas para un mejor entendimiento y para proteger información confidencial de empresas y personas  involucradas en los hechos.
En un análisis de caso intervienen el monitor, el facilitador del caso y los participantes. Éstos últimos tienen que estudiar el caso y resaltar los hechos. Posteriormente, se comparten con un grupo pequeño donde se discute el caso y se plantean las situaciones ocurridas alrededor de los hechos. El aprendizaje se vuelve rico cuando el mismo caso se discute en una plenaria con el apoyo de un facilitador que interviene para que los participantes construyan sus aprendizajes de manera colaborativa y guiándose de un documento llamado Nota de Enseñanza. En esta nota de enseñanza se encontrarán preguntas detonantes para lograr la participación activa del grupo en el análisis de los hechos.
Al término, se encuentran posibles soluciones al caso construidas por el grupo plenario.
Estos estudios de caso son una excelente herramienta para lograr que los participantes desarrollen competencias de análisis de problemas, toma de decisiones, negociación y trabajo en equipo.
La pregunta de esta publicación es ¿Qué otras herramientas parecidas al estudio de caso crees que desarrollen el trabajo colaborativo?

sábado, 24 de octubre de 2015

A grandes cambios, grandes soluciones


Por muchos años, el aprendizaje en las organizaciones estaba enfocado a cursos en el aula y normalmente impartidos por Compañías externas a la organización que se dedican a capacitación especializada.

La vida ha cambiado considerablemente, los procesos de trabajo ya no son tan estables como lo eran antes. Actualmente, con el internet y los dispositivos móviles tenemos acceso a una serie de información y conocimiento de manera expedita. Esto mismo está sucediendo con la adquisición de aprendizaje en el trabajo.

Necesitamos adoptar nuevas formas de aprender que nos permitan movernos rápidamente hacia la aplicación útil, y por qué no decirlo, con bajo presupuesto.

La organización necesita incorporar estrategias didácticas en el trabajo que permitan alinear el aprendizaje hacia lo que realmente se trata el trabajo, a fortalecer las competencias en sus propios procesos.

En un artículo de Jesús Martínez Marín, explica que se debe revalorizar el aprendizaje informal, es decir, aquel que se ha practicado desde hace muchos años y que consiste en aprender haciendo, utilizar la experiencia del personal, practicar hasta conseguir un objetivo, incluso auto prepararse.

Sin embargo, este tipo de aprendizaje informal, lo podemos potencializar cuando lo planeamos con estrategia, cuando lo alineamos a objetivos de aprendizaje, cuando incluimos formas de evaluar o comprobar que realmente se están cumpliendo los aprendizajes requeridos para incrementar el desempeño en el trabajo.

En las siguientes publicaciones me permitiré compartir algunas estrategias didácticas que se pueden emplear en el aprendizaje en el trabajo de forma muy práctica y con el menor costo posible.

Lo importante en esto es innovar.

¿Qué ejemplos de prácticas comunes de trabajo crees que se pueden convertir en estrategias didácticas?

martes, 6 de octubre de 2015

Chango viejo no aprende maroma nueva



En la publicación anterior tocamos el tema de lo que nos motiva a aprender, esta vez hablaremos de los pretextos que tenemos para no aprender, ya sean estos internos o externos.

 Echemos un vistazo a los más comunes:

 1. "Mi jefe no me da permiso"

En algunas empresas se castiga la eficiencia y nos encontramos que quien "saca el trabajo" no es considerado para la capacitación y la formación en el trabajo y, por el contrario mandamos a capacitación a las personas que no sabemos qué hacer con ellas.



Esto representa una visión muy corta de lo que un buen trabajador que esté motivado y formado puede potencializar en su propio desempeño y el de su empresa.
 

2. “¿A qué hora me capacito, si tengo mucho trabajo?”

 El tiempo siempre es una de las mejores excusas que existen. Cuántos de nosotros tenemos este mismo argumento para todas las cosas que sabemos que deberíamos hacer pero no hacemos.



Una respuesta a este argumento es: No se trata de tiempo, se trata de prioridades.

Cuando encontramos un significado en lo que hacemos, se convierte en nuestra prioridad número uno. Recordemos la primera vez que nos enamoramos, ya no veíamos la hora para salir corriendo de donde estuviéramos (fuera importante o no) para encontrarnos con nuestro amorcito.

Lo que necesitamos encontrar es la pasión por aprender más, el interés por alcanzar nuevas metas a través del aprendizaje. Y no estoy refiriéndome solo a una promoción en el trabajo, lo cual es una muy buena motivación, sino a sentirnos cada vez más competentes en lo que hacemos y a dejar un legado para las nuevas generaciones.


3. “No tengo dinero para cursos de capacitación”

Para aprender no se necesita un curso de capacitación formal que implique un recurso económico. En el trabajo podemos tener procesos de aprendizaje muy ricos cuando se establece un objetivo que se pretende alcanzar y se toma en cuenta todos los recursos gratuitos que tenemos a nuestro alcance.

Un ejemplo de esto es:
  • Acercarse a un experto
  • Participar en un proyecto especial
  • Tener acceso a información en línea
  • Participar en una reunión de trabajo, entre otros.

4. "Chango viejo no aprende maroma nueva"

Debo decir que de todas las mencionadas, ésta es la que encierra más elementos internos ocultos como:
 
  • ·         Miedo
  • ·         Inseguridad
  • ·         Apatía
 
Este duro argumento sólo puedo contrarrestarlo con un ejemplo de vida.
 
Mi papá, toda su vida quiso ser médico pero la situación familiar que enfrentó desde que nació sólo le permitió estudiar hasta la prepa y algunos estudios técnicos.
 
A la edad de 28 años, entró a trabajar en una empresa que le permitió crecer. Dado su esfuerzo, dedicación y compromiso, logró ascender de posición a posición hasta llegar a Subgerente. Él nunca quiso que le dijeran “licenciado”, estaba muy consciente que no había estudiado una carrera y que a pesar de toda su experiencia laboral, no se había ganado ese título. Cuando cumplió 58 años llegó el ansiado momento de su jubilación.
 
Cuando se jubiló, no había pasado una semana y nos dijo a toda la familia que se había inscrito en la Escuela Libre de Psicología. Hoy en día, ya con 70 años de edad, mi papá tiene su consultorio donde da terapias, ha impartido conferencias en varias empresas y ha logrado el sueño de su vida. Tener una carrera.
 
Cualquiera diría que mi papá ya había terminado su vida laboral con su jubilación, pero sobre todo, cualquiera diría que era un chango viejo que ya no podía aprender maromas nuevas.
 
Con este gran ejemplo, de este gran hombre, me doy cuenta que nunca es tarde para aprender, para lograr nuestros sueños.
 
 
 
Si a ti alguien te diera cualquiera de estas cuatro razones para no aprender, ¿cómo des argumentarías sus excusas?
 
 

lunes, 5 de octubre de 2015

¿Qué te motiva a aprender?

Los adultos, a diferencia de los niños buscamos el aprendizaje motivados por un ascenso, ser más competitivos en nuestro trabajo, incrementar nuestros grados académicos, o simplemente porque cambiamos de trabajo y necesitamos capacitarnos. 


También hay otras motivaciones para aprender:
  • Sobresalir
  • Inspirar
  • Trascender

Comparto este video que te invito a ver:




Este día, quiero retarte a reflexionar en estas preguntas:

¿Crees que ya has llegado a todo el potencial que puedes lograr?

¿Qué te motiva a aprender?

Espero tus comentarios

BIENVENIDOS




Bienvenidos a este espacio donde compartiremos experiencias y estrategias para el aprendizaje en el trabajo.

Te invito a participar activamente a través de tus preguntas, vivencias y opiniones.